Buenas, buenas! ¿Cómo andan? Otro miércoles #foodie, hoy feriado!! Se comió
fuerte, se piensa y se escribe sobre comida. Para variar… pero siempre hay algo
más, detrás de todo eso. Hay historias y hoy les voy a contar una especial. Esta es mi
experiencia yendo a almorzar a “El comedor Balcarce”, Alias “El Vomito”. El
mítico bodegón rosarino, que tiene casi 60 años es conocido así, y si bien es
dudosa la explicación del porqué de ese apodo, se supone que tiene que ver con
la cantidad de comida que se ingiere en cada visita, comes hasta no poder más y
más también. Todo es rico, todo es tradición, historia y mucho sabor.
Personalmente tengo que decir, que lo conozco hace un par de
años, antes de mudarme cerca, en este barrio que hoy amo… Me acuerdo que mi
amiga “la Romi”, me había comentado que el padre cuando era estudiante iba “al
vomito”, siempre escuchaba historias, su fama crecía… Hasta que fui a comer con
mis amigos y compañeros de tantas aventuras #foodies Sergio y Anabella. Él lo
conocía bien, porque iba mucho con su grupo de amigos. Y es lo que se ve mucho
por ahí, hay grupo de jóvenes, familias, hay de todo un poco. Así empecé a ir
seguido, he ido con mi amigo Mariano, pedido para comer en casa, o cuando estoy
sola y no tengo ganas de cocinar. Se adapta a las mil opciones de la vida
cotidiana! Pero esta vez fue especial, en principio la primera vez que iba al
mediodía… y porque compartí la mesa.
Tuve el placer de estar comiendo con el dueño, tercera generación: Fernando Santarelli. El hijo
de Eduardo Santarelli, o sea el nieto del fundador. Y Facundo Nuño, quien se
encarga de las redes sociales, y además es un autodenominado #foodie. El
responsable de la presencia en las redes sociales, de las nuevas fotos en Instagram , esas que ves y
directamente “se te cae la baba en el teclado”. Me gustaron desde un principio,
porque como seguidora, note el cambio pero me copó más como fue encarado. Las
fotos son totalmente representativas, no disfrazan el plato ni la realidad. Ves
lo que ves ahí, cuando vas a comer y eso es lo que tienta, lo que conmueve y lo
que te mueve a ir hacía allá: ¡LA COMIDA!
A él, a Facundo, le escribí cuando empecé con esta sección: “Salí a comer”, y con la mejor onda me invito
a compartir esta mesa y muchísimas historias con ellos. Me deleité con cada
segundo, tomaba nota, sacaba fotos. Fue toda una observación ¡Participante!
Lo primero que note al sentarme era como la gente se
conocía, se saludaban entre ellos y entre la ”familia” del lugar. Abrí la carta
y estaba “refrescada” o sea tenía onda, pero estaba llena de platos con
historia y tradiciones: lengua a la vinagreta, matambre, ensalada waldorf, bife
de hígado encebollado, canelones … Hoy no es muy común, tanta exahustividad en
los platos, interrogue sobre esto y me dijeron: si hay materia prima, por
ejemplo “hígado”, el plato sale. Además los precios estaban con lápiz negro, o
sea los cambian con ese color que da cierta informalidad, un dejo a otra época,
pero que el comedor de alguna forma día a día inmortaliza y como dice la
canción “ lo cotidiando, se vuelve mágico”. Como la polenta!
El menú del día, o sea lo que comí: el plato del día:
polenta con tuco y un mega albondigón.
Y de postre, sugerido por Fernando, flan con dulce. Ni mucho
más, ni mucho menos. Esto! Un manjar!!! Recomendadísiiiimo, un dulce que es
rico, tan riiico que pienso y me relamo. Con una cantidad tan generosa que te
sobra o te falta flan! Jajaja!!
Y para tomar, pedí agua! Si, una botella de agua.
¡¡DATAZO!! Sabían
que el agua corriente, o sea de la canilla es gratis! La esquina de Balcarce y Brown, fue el primer lugar, restaurante
rosarino y en todo el país sumado a esta
propuesta de la catedra del agua, que luego se hará en todos los de la ciudad. Como
pasa en las principales ciudades del mundo, pasa acá. El vomito es pionero! Si
querés saber más acá hay una nota.
¡¡ Aplauso cerrado para esta iniciativa!!
¡¡ Aplauso cerrado para esta iniciativa!!
Este fotón lo sacó Facundo, la verdad es que estoy muy contenta y agradecida de haber tenido esta posiblidad de compartir una mesa y tantas anécdotas. Me contaron la historia de cómo surgió, y la verdad es que
fue casi una casualidad que se mantiene en el tiempo y que es parte de esta familia. Es "su historia". Hasta en
las paredes hay tradición, hay relato. Los habitues pueden recordar que hasta hace
poco aún estaba el machimbre, típico de los inmigrantes, de hace 60 años. Ahora
lo sacaron, pero hay cuadros y el mobiliario se mantiene casi igual. Facundo y
Fernando me contaban historias y no paraban de recordar una tras otra, mientras veían esas imágenes que le refrescaban
anécdotas y años que pasaron, que no vivieron pero que de algún modo fueron
testigos. Facundo por ir muchas veces, sacar fotos, compartirlas. Frenando por
estar ahí, desde antes de nacer, absorbiendo cosas como cuando el año que el
hombre llegó a la Luna, el 69’ cuando
acá transcurría el fenómeno llamado “Rosariazo” , cuantas cosas pasaron ese año,
uno las estudia y el comedor las vivió!! Ese año cerró el comedor
universitario. Y todos los estudiantes empezaron a “tomarlo” como tal… a partir
de eso, quizá cobró esa fama de “el vomito”, y es territorio de grupos de
amigos que lo usan como lugar de reunión. Hay unos que van todos los lunes, hace 25 años! Le
reservan siempre una mesa, la misma. Otra vez pasó que un colectivo chocó la
puerta y se incrustó dentro del restaurante! De película!!
La postmodernidad no lo modificó, pues no hay delivery pero
la gente reserva por teléfono y lleva
comida, la friza y luego sube fotos a las redes sociales. Es decir que los usos
si han cambiado, los modos de apropiarse del comedor, pero el público permanece
fielmente. Y es lo que me hizo reflexionar sobre: la zona de confort, desde que
me senté. Hoy mientras escribo creo que si tuviese que intentar un título más original de este post hubiese puesto: ¿Por
qué salir de la zona de confort?, ir a “El vomito”, me puso reflexiva. ¿Para
que? Como es que funciona hace tantos años, la misma carta, los mismos empleados,
obviamente no están todos pero perduran algunos...Van a trabajar todos los
días, hacen los mismos platos, están los mismos dueños y las mismas recetas!! Y
creo que es un poco eso “la zona de confort”, es confort. Funciona, la gente
va, se siente satisfecha, se apropia y encima vuelve! Espera afuera!!
Muchas veces me pasó de pasar antes de que abra, sobre todo a la noche y la gente espera afuera!! Si, en épocas de crisis, de restaurantes de mega onda que cierran, de mesas vacías en “el vomito”, la gente espera afuera. Y entonces, ¿Por qué cambiar la carta?,¿Por qué sacar platos? ¿Por qué sumar? Yo ya he probado varios platos emblema: canelones, ravioles, matambrito, hasta llegue a probar la suprema rellena! Una vez que vino un profesor de la Maestría que es de Berkeley ( Estados Unidos) y lo llevamos ahí, (¿adonde lo íbamos a llevar si no?). La pedimos para compartir! ¡Una bombaaa! Muyyy RICA, jamás la volví a pedir, siempre que voy pido algo distinto y seguramente aún no probé ni el 10% de la carta. Hoy se que la próxima vez que vaya pediré el “omelette de pavita”. Contrariamente a lo que se imaginan, es una especie de crep relleno de pavita, rebozado y frito!! No me puedo imaginar ese sabor, pero voy por el!! ¿ Quién se suma? Ustedes: ¿ Conocen el Balcarce?, ¿Que probaron?, ¿Que recomiendan?
Muchas veces me pasó de pasar antes de que abra, sobre todo a la noche y la gente espera afuera!! Si, en épocas de crisis, de restaurantes de mega onda que cierran, de mesas vacías en “el vomito”, la gente espera afuera. Y entonces, ¿Por qué cambiar la carta?,¿Por qué sacar platos? ¿Por qué sumar? Yo ya he probado varios platos emblema: canelones, ravioles, matambrito, hasta llegue a probar la suprema rellena! Una vez que vino un profesor de la Maestría que es de Berkeley ( Estados Unidos) y lo llevamos ahí, (¿adonde lo íbamos a llevar si no?). La pedimos para compartir! ¡Una bombaaa! Muyyy RICA, jamás la volví a pedir, siempre que voy pido algo distinto y seguramente aún no probé ni el 10% de la carta. Hoy se que la próxima vez que vaya pediré el “omelette de pavita”. Contrariamente a lo que se imaginan, es una especie de crep relleno de pavita, rebozado y frito!! No me puedo imaginar ese sabor, pero voy por el!! ¿ Quién se suma? Ustedes: ¿ Conocen el Balcarce?, ¿Que probaron?, ¿Que recomiendan?
¡¡ Muchiisimas gracias a todos los del comedor, por recibirme, me trataron bárbaro ! Nos vemos pronto!!
¡ Qué terminen súper la semana! Agenden ir a” El vomito”, sepan que hay menú
al mediodía: LUNES Y JUEVES: Polenta con tuco, MARTES Y VIERNES: Guiso de
lentejas con chorizo colorado y MIÉRCOLES: Guiso de mondongo.
Y recuerden el día que descansan es el
DOMINGO.
DATOS de contacto:
Dirección. Brown 2093
Teléfono: 425 6765
Lo último, antes de
cerrar les vuelvo a les digo nuevamente que el 90% , o sea prácticamente todas,
las fotos las saco con mi celu y no tienen filtro. Y es por eso voy a comer al
mediodía… Con la hermosa y cálida luz del día.
¿Donde tocará la próxima vez?,¿ Alguien se quiere sumar?,¿
Propuestas?,¿ Ideas?
#salíacomer que está bueno!! Y contame!!
Besos,
Flor
Que lindo como reflejaste la realidad de nuestro mítico comedor Balcarce! Aplausos para este comedor que sigue de pié!!!
ResponderBorrarGracias María Sol !! Claro, que sí ! A aplaudir y a seguir manteniendolo de píe entre todos. Un beso!
Borrarte recomiendo Cinnamon, comida vegana, tenia mis prejuicios pero se come rico y abuen precio, el lugar es relajado y te atienden rebien, Entre Rios al 200, ah y si vas sola, hay libros para que puedas leer, salud !!!!
ResponderBorrarBuenísimo! Muchas gracias, fui a desayunar un día, otra vez probé muffins pero no almorcé nunca... Volveré y lo contaré por acá. Gracias!
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